Inception - Es posible meterse en sueños ajenos?

Inception (traducida al castellano como “El Origen”) es una nueva película de ciencia ficción que plantea la posibilidad de modificar y controlar los sueños propios y ajenos.

El sueño es un aspecto mental de nuestra conciencia que aún esconde misterios sin resolver para la ciencia. Ya sea para la psicología como para la neurología, siguen existiendo muchas preguntas sin respuestas relativas al sueño. ¿Qué hay de posible o cierto en las sugerencias ficticias de Inception?

1- ¿Es posible acceder a los sueños de otra persona?

En la película, sin entrar en detalles que arruinen la trama al espectador, los infiltradores de sueños usan una droga que llaman Somnacin y una máquina especial para recrear el escenario de alguien que está soñando.

Los infiltradores deben dormirse conectados a esta máquina ficticia que llaman Máquina Automática Portátil Intravenosa Somnacin (PASIV) para luego poder acceder a los sueños ajenos.

Salvando las diferencias, existe en la realidad un aparato que efectivamente puede obtener lecturas mentales de un soñador. A través de un lector funcional MRI (functional Magnetic Resonance Imaging) se pueden obtener índices de la actividad cerebral de un sujeto que sueña, y luego un software recrea imágenes de lo que el soñador puede estar soñando.

Este tipo de experimentos se llevó a cabo en Kyoto (Japón), en el ATR Computational Neuroscience Laboratories, y también algo similar se hizo unos años antes en la Universidad de California, Berkeley.

Los investigadores incluso aseguran que este escáner MRI tiene el potencial de eventualmente “grabar” los sueños de alguien, sin la necesidad de compartirlos.

Por otro lado, la utilización de drogas como la empleada en Inception, la Somnacin, no es existe en la realidad. Sin embargo existen medicamentos que pueden alterar drásticamente el sueño o provocar trastornos mientras se duerme.

2- ¿Se pueden controlar los sueños?

En Inception, los expertos oníricos son especialistas en la habilidad de controlar los sueños. En la realidad, la mejor forma de tomar control del sueño propio es hacerse una simple pregunta: “¿estoy soñando?”.

Existen muchos tipos de soñadores, los hay que olvidan absolutamente todo al despertar, los que recuerdan partes del sueño algunos días particulares, o los que son incluso capaces de tomar conciencia mientras duermen de que están soñando.

Existen estudios de que, por ejemplo, los jóvenes que pasan largo tiempo jugando a los videojuegos tienen una mayor habilidad para advertir que están soñando. Y no es difícil imaginarlo, durante el juego los jugadores tienen en claro todo el tiempo que están desarrollando una actividad virtual en la vida real, algo parecido a lo que sucede mientras soñamos.

Una vez que adquirimos conciencia de que es un sueño, controlarlo se vuelve más fácil, y se abren nuevas posibilidades para imponer nuestras voluntades conscientes en un mundo onírico irreal.

3- ¿Cuál es la función de los sueños?

Esta es una de las grandes incógnitas que la ciencia se pregunta. Mientras Freud aseguraba que los sueños expresaban nuestros deseos reprimidos, las investigaciones modernas comprobaron que el sueño tiene la importante capacidad de ayudar a guardar la información aprendida durante el día, y ordenar el proceso de memorización. Nos ayuda a aprender, la capacidad que define la inteligencia.

Los sueños no ocurren siempre que dormimos, sino que se manifiestan mentalmente durante las etapas específicas de REM y no-REM. En los momentos del REM, los sueños se parecen más a un cuento, son más bien narrativos, con emoción y agresión. En los episodios de no-REM se registran sueños que evocan interacciones sociales más amigables. Ciertos estudios indican que las personas con más depresión tienden a experimentar más instantes de REM.

4- ¿Cómo transcurre el tiempo durante los sueños?

En Inception, los sueños transcurren mucho más lentamente que las acciones en el tiempo real. 5 minutos de la vida real equivalen a una hora de tiempo onírico. También si se está soñando dentro de un sueño, 5 minutos del sueño primario equivalen a una semana del sueño secundario, y así sucesivamente.

Este es un detalle muy inteligente de la película, ya que existen algunas evidencias de que el tiempo subjetivo mientras soñamos se percibe “comprimido”. Es decir, mientras soñamos durante 30 minutos podemos estar imaginando una historia que abarca lo que nos parecen horas de acción.

Una interesante pregunta para hacerse a partir de este fenómeno es qué pasa con nuestro cerebro cuando la percepción del tiempo cambia y se hace más lenta. De hecho, cabe pensar si la ilusión del tiempo no es más que una creación del cerebro mismo, cuando soñamos, pero también cuando estamos despiertos.
 

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